lunes, 29 de febrero de 2016

Los jóvenes: ¿motor del cambio político y social?


En el último tiempo acapararon la escena política y tomaron relevancia en la escena pública. Qué los estimula e incentiva a involucrarse en cuestiones políticas, comunitarias y sociales en pos de construir una sociedad mejor.
En la actualidad se viene hablando del notable cambio que se produjo en la juventud en los últimos años. Los instalados prejuicios que los muestra (o mostraba) como desinteresados en la política, egoístas y descreídos resultaron funcionales durante una época en donde no se les fomentó ningún tipo de deseo por participar ni involucrarse pero que parecieran no regir más.Algo cambió. Y, consecuentemente, los políticos encontraron en esa facción etaria un gran caudal de personas con ganas de participar, deseos de transformar aquello que no les gusta  y de involucrarse desde diferentes espacios y maneras.
Un claro ejemplo de esto es que la relación entre la juventud y la política empezó a ocupar gran parte del discurso mediático, impulsada, principalmente, por el kirchnerismo, aunque también desde otros partidos políticos.
“Poco a poco, la figura del joven ha ido tomando relevancia y se tiene cada vez más en cuenta en el ámbito político, entendiéndola como un elemento de peso con el potencial de legitimar una fuerza política”, afirman los integrantes de la Asociación Civil La Flecha, una organización social que promueve la inclusión y el protagonismo juvenil a través de talleres de producción de piezas comunicacionales y creando espacios de acción comunitaria.
“Nosotros creemos que si bien la temática no estaba presente en el discurso mediático, sí había muchos jóvenes participando activamente en diversos espacios sociales, políticos y culturales. Pero a partir de algunas políticas de estado, como la Ley de Medios, que tuvieron una amplia repercusión en sectores juveniles, comenzó a visibilizarse la cantidad de  jóvenes comprometidos, no solo afines al gobierno nacional sino también en otras fuerzas políticas, organizaciones barriales y otros espacios”, sostiene Pablo Moschen, coordinador de programas en La Flecha.
“Me parece que el tema entró con fuerza a la agenda de los medios a partir de un suceso en particular que fue la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, ya que el impacto mediático que generó ver a tantos jóvenes movilizados hizo que se  visualizara algo que en realidad venía de mucho antes”, agrega.
Sin embargo, los integrantes de La Flecha creen que es importante complejizar el tema y no caer en estereotipos. Ni con el del joven fuertemente comprometido, militante aguerrido que dedica su vida a luchar por sus ideales, ni con el extremo opuesto, la imagen del joven al que no le interesa para nada la política, que no tiene proyectos ni metas y que no se preocupa por la realidad social.
A partir de una encuesta que realizó La Flecha en 2010 en la Universidad de Buenos Aires, sobre una muestra de 1.200 estudiantes, un 95% de los encuestados opinó que los jóvenes deberían participar de iniciativas sociales, políticas y comunitarias, y que es positivo hacerlo. Pero sólo un 16% de ellos manifestó participar activamente, mientras que otro 16% dijo haberlo hecho alguna vez, pero que ya no lo hace.
Con estos resultados, y para romper con esas construcciones totalizantes, llevaron a cabo un trabajo de investigación cualitativa en el cual se entrevistó a jóvenes de entre 18 y 25 años, que realizan actividades socio-comunitarias en Capital Federal en agrupaciones político partidarias, asociaciones civiles y organizaciones vinculadas a grupos religiosos.
A través de los resultados que arrojó dicho análisis, se pudo establecer que el principal motor para participar es la disconformidad con la realidad social, signada por desigualdades económicas concretas, por lo que el objetivo de las actividades que realizan está dirigido a satisfacer las necesidades básicas de poblaciones vulnerables.
Por eso en general, las actividades parecieran no apuntar a una transformación radical de las estructuras de la sociedad, sino más bien a la búsqueda de soluciones de situaciones puntuales, problemáticas de un sector, de un barrio o población determinada.
 “Los jóvenes entienden que la participación social tiene que ver con la acción colectiva. Ese 'colectivo' se entiende, en primer lugar, como pertenencia a un equipo de trabajo, a valores y objetivos compartidos entre quienes llevan a cabo la actividad socio-comunitaria. En segundo lugar, el sentido 'colectivo' tiene que ver con aquellas expresiones de acción masiva que ocurren en el espacio público, en la ‘calle’”, sostiene María Mannesi, coordinadora de proyectos de La Flecha.
“Otra característica de la participación juvenil actual es que no necesariamente conlleva una actitud de sacrificio, sino que se percibe como una actividad placentera y de disfrute. Además de “ayudar” a un otro menos favorecido, los jóvenes aprovechan los espacios de participación para sí mismos, ya sea para sumar experiencia profesional, para aplicar conocimientos sobre aquello que están estudiando, para complementar su formación o para satisfacer sus inquietudes personales como formar parte de un grupo social o sólo pasar un buen rato”, agrega.
Entre a las últimas modificaciones que se han realizado en el sistema electoral se encuentra la del voto no obligatorio a partir de los 16 años algo que, de una u otra manera, constata y legitima este fenómeno de participación.
“Para nosotros esta reforma es positiva porque significa ampliar los derechos de los jóvenes. Además, creemos que puede ser un buen incentivo para que generar mayor participación y compromiso. A través del último trabajo de investigación, pudimos constatar que, en general, los jóvenes que participan provienen o se mueven en ámbitos que promueven estas prácticas. El voto no obligatorio a los 16 puede abrir espacios de interés, debate y propuestas para ellos”, opina Facundo Montes de Oca, director general de La Flecha.

La participación siempre es política, pero no siempre es partidaria. Es fundamental entenderla en el sentido amplio ya que además de estar agrupados en partidos políticos hay otros grupos que participan en el ámbito público y social desde asociaciones civiles, fundaciones, grupos religiosos o agrupaciones no formales. Los jóvenes no son siempre militantes de un partido pero sí militantes de causas, creencias, expectativas y deseos de una sociedad más igualitaria e inclusiva”, concluye Mannesi. 

DIAGNÓSTICO.
1-Debate.
2-¿Por qué los chicos quieren saber sobre política?
3-Citar ejemplos y opiniones de la lectura en donde ustedes participan en la vida política.
 4-Relacionándolo con la frase” Argentina está destinada a caer en una crisis económica más o menos cada década”
5-A su juicio, ¿en dónde hay que concentrar los mayores esfuerzos presupuestales?