En el último tiempo acapararon la escena política y
tomaron relevancia en la escena pública. Qué los estimula e incentiva a
involucrarse en cuestiones políticas, comunitarias y sociales en pos de
construir una sociedad mejor.
En la actualidad se viene hablando del notable cambio que se produjo en
la juventud en los últimos años. Los instalados prejuicios que los muestra (o
mostraba) como desinteresados en la política, egoístas y descreídos resultaron
funcionales durante una época en donde no se les fomentó ningún tipo de deseo
por participar ni involucrarse pero que parecieran no regir más.Algo
cambió. Y, consecuentemente, los políticos encontraron en esa facción
etaria un gran caudal de personas con ganas de
participar, deseos de transformar aquello que no les gusta y de involucrarse
desde diferentes espacios y maneras.
Un claro ejemplo de esto es que la
relación entre la juventud y la política empezó a ocupar gran parte del
discurso mediático, impulsada, principalmente, por el kirchnerismo, aunque también desde
otros partidos políticos.
“Poco a poco, la figura del joven ha ido tomando relevancia y se tiene
cada vez más en cuenta en el ámbito político, entendiéndola como un elemento de
peso con el potencial de legitimar una fuerza política”, afirman los
integrantes de la Asociación Civil La Flecha, una organización social que
promueve la inclusión y el protagonismo juvenil a través de talleres de
producción de piezas comunicacionales y creando espacios de acción comunitaria.
“Nosotros creemos que si bien la
temática no estaba presente en el discurso mediático, sí había muchos jóvenes
participando activamente en diversos espacios sociales, políticos y culturales.
Pero a partir de algunas políticas de estado, como la Ley de Medios, que
tuvieron una amplia repercusión en sectores juveniles, comenzó
a visibilizarse la cantidad de jóvenes comprometidos, no solo afines al
gobierno nacional sino también en otras fuerzas políticas, organizaciones
barriales y otros espacios”, sostiene Pablo Moschen, coordinador de programas
en La Flecha.
“Me parece que el tema entró con fuerza a la agenda de los medios a
partir de un suceso en particular que fue la muerte del ex presidente Néstor
Kirchner, ya que el impacto mediático que generó ver a tantos jóvenes
movilizados hizo que se visualizara algo que en realidad venía de mucho
antes”, agrega.
Sin embargo, los integrantes de La Flecha creen que es importante
complejizar el tema y no caer en estereotipos. Ni con el del joven fuertemente
comprometido, militante aguerrido que dedica su vida a luchar por sus ideales,
ni con el extremo opuesto, la imagen del joven al que no le interesa para nada
la política, que no tiene proyectos ni metas y que no se preocupa por la
realidad social.
A partir de una encuesta que realizó
La Flecha en 2010 en la Universidad de Buenos Aires, sobre una muestra de 1.200
estudiantes, un 95% de los encuestados opinó que los
jóvenes deberían participar de iniciativas sociales, políticas y comunitarias, y que es positivo
hacerlo. Pero sólo un 16% de ellos manifestó
participar activamente, mientras que otro 16% dijo haberlo hecho alguna
vez, pero que ya no lo hace.
Con estos resultados, y para romper con esas construcciones
totalizantes, llevaron a cabo un trabajo de investigación cualitativa en el
cual se entrevistó a jóvenes de entre 18 y 25 años, que realizan actividades
socio-comunitarias en Capital Federal en agrupaciones político partidarias,
asociaciones civiles y organizaciones vinculadas a grupos religiosos.
A través de los resultados que arrojó dicho análisis, se pudo establecer
que el principal motor para participar es la disconformidad con la realidad
social, signada por desigualdades económicas concretas, por lo que el objetivo
de las actividades que realizan está dirigido a satisfacer las necesidades
básicas de poblaciones vulnerables.
Por eso en general, las actividades
parecieran no apuntar a una transformación radical de las estructuras de la
sociedad, sino más bien a la
búsqueda de soluciones de situaciones puntuales, problemáticas de
un sector, de un barrio o población determinada.
“Los jóvenes entienden que la participación social tiene que ver
con la acción colectiva. Ese 'colectivo' se entiende, en primer lugar, como
pertenencia a un equipo de trabajo, a valores y objetivos compartidos entre
quienes llevan a cabo la actividad socio-comunitaria. En segundo lugar, el
sentido 'colectivo' tiene que ver con aquellas expresiones de acción masiva que
ocurren en el espacio público, en la ‘calle’”, sostiene María Mannesi, coordinadora
de proyectos de La Flecha.
“Otra característica de la
participación juvenil actual es que no necesariamente conlleva una actitud de
sacrificio, sino que se percibe como una
actividad placentera y de disfrute. Además de “ayudar” a un otro
menos favorecido, los jóvenes aprovechan los espacios de participación para sí
mismos, ya sea para sumar experiencia profesional, para aplicar conocimientos
sobre aquello que están estudiando, para complementar su formación o para
satisfacer sus inquietudes personales como formar parte de un grupo social o
sólo pasar un buen rato”, agrega.
Entre a las últimas modificaciones
que se han realizado en el sistema electoral se encuentra la del voto
no obligatorio a partir de los 16 años algo que, de una u otra manera,
constata y legitima este fenómeno de participación.
“Para nosotros esta reforma es
positiva porque significa ampliar los derechos de los jóvenes. Además, creemos
que puede ser un buen incentivo para que generar mayor participación y
compromiso. A través del último trabajo de investigación, pudimos constatar
que, en general, los jóvenes que participan provienen o se mueven en ámbitos
que promueven estas prácticas. El
voto no obligatorio a los 16 puede abrir espacios de interés, debate y
propuestas para ellos”, opina Facundo Montes de Oca, director general de La
Flecha.
“La
participación siempre es política, pero no siempre es partidaria. Es
fundamental entenderla en el sentido amplio ya que además de estar
agrupados en partidos políticos hay otros grupos que participan en el ámbito
público y social desde asociaciones civiles, fundaciones, grupos religiosos o
agrupaciones no formales. Los jóvenes no son siempre militantes de un partido
pero sí militantes de causas, creencias, expectativas y deseos de una sociedad
más igualitaria e inclusiva”, concluye Mannesi.
DIAGNÓSTICO.
1-Debate.
2-¿Por qué los chicos quieren saber sobre política?
3-Citar
ejemplos y opiniones de la lectura en donde ustedes participan en la vida
política.
4-Relacionándolo con la frase” Argentina está destinada a caer en una
crisis económica más o menos cada década”
5-A su juicio, ¿en dónde hay que concentrar los mayores esfuerzos presupuestales?