jueves, 31 de octubre de 2013

La ciudadanía

CIUDADANÍA Y CLASE SOCIAL - T. H. MARSHALL

T. H. Marshall divide la ciudadanía en tres partes, a saber, civil (caracterizada por lo derechos necesarios para la libertad individual, como el derecho al libre pensamiento o a la expresión, y con los tribunales de justicia como instituciones ligadas), política (derecho a participar en la política como miembro pasivo y activo, ligado al Parlamento y a las juntas de gobierno locales) y social (caracterizado por el derecho a la seguridad y un mínimo de bienestar económico, a compartir la herencia social y a poder vivir como un ser civilizado de acuerdo con los estándares sociales, ligado esto a la educación y a los servicios sociales).

La temprana influencia de la ciudadanía en la clase social.

La ciudadanía es el estatus que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad, siendo sus beneficiarios iguales en cuanto a los derechos y deberes que tal estatus conlleva. La ciudadanía es un sistema de igualdades mientras que la clase social se basa en la desigualdad.

T. H. Marshall distingue dos tipos de clase social: el basado en una jerarquía de estatus y de ius sanguinium, al que la ciudadanía con sus derechos igualitarios socavaría y destruiría, y el basado igualmente en el estatus, pero a diferencia del anterior no en la existencia por derecho, sino en la interpretación de la norma, el sistema basado en una igualdad jurídica, y herencia o producto del capitalismo, en la cual la cultura de clase se reduce al mínimo y se aplica el concepto “universal” de ciudadano.

No obstante la clase social funciona, ya que “proporciona incentivos para el esfuerzo y estructura la distribución del poder”.

La ciudadanía, al actuar de tabula rasa otorgando un estatus de igualdad jurídica, que no de poderes ni económica, favoreció un sistema basado en la igualdad de base que favorecía la desigualdad diferencial. Los derechos que igualaban a los ciudadanos no eran sino derechos, es decir, no se traducían en hechos literales. Es decir, el derecho a la propiedad no otorga propiedad, sino el derecho a tenerla, y mantenerla, cuando se dispongan de los medios para ello. La ciudadanía favorecía al capitalismo porque otorgaba igualdad a relaciones claramente desiguales.

No obstante, resulta obvio que negar que los derechos no proporcionaban igualdad real es falso. La clase durante mucho tiempo condicionó el estatus real en la sociedad, así como el poder económico, que podía por ejemplo influenciar en la política, o en el terreno de lo jurídico, donde los costes de los asesores legales altamente cualificados son muy grandes y limitan de facto la igualdad ante la ley. El reconocimiento de derechos no implica la consecución real de éstos, ni una traducción mayor igualdad real. Empero, la ciudadanía, que en principio supuso una “falsa” igualdad, sí inspiró a la sociedad en pro de una igualdad real, con más profusión en el terreno de lo social, y con mayor profundización. Supuso guiar el camino para que en el siglo XX se alcanzasen los derechos sociales.

Por otro lado la ciudadanía posee un efecto integrador intrínseco para toda la comunidad nacional, que sienten que como ciudadanos pertenecen a un agregado común superior. La lealtad voluntariamente entregada de hombres libres bajo un derecho común. La ciudadanía estimuló la conciencia nacional moderna.

1) Con lo expuesto a continuación realizá un mapa conceptual en la carpeta.

La ciudadanía democrática concede a las diferencias de estatus un marco de legitimidad, siempre que no sean muy grandes, se produzcan en el seno de una civilización única, y no sean expresión de privilegios heredados. La desigualdad sólo puede aceptarse si es dinámica y proporciona un incentivo para el cambio y la mejora.

Por otro lado, la igualdad absoluta no es alcanzable, y existen dos tipos de limites, los económicos y los ciudadanos. Lo que se persigue es la eliminación de las desigualdades que no pueden considerarse legítimas.

Los derechos llevan inherentes obligaciones.

La intervención estatal es necesaria para regular el conflicto entre el libre mercado y las medidas igualitarias.

2) Leer las páginas 130 y 131 y realizar las actividades del Documento uno y dos.