miércoles, 29 de abril de 2015

La corrupción.

Hacia una sociología de la corrupción
Mario Olivera Prado

En esta oportunidad, la sección "Galería Sanmarquina" se enriquece con la publicación del trabajo ganador del «Concurso Alma Mater 1997-1998» en el Área de Letras y Ciencias Humanas y con la primera mención honrosa, otorgada a criterio del jurado calificador.

INTRODUCCIÓN



El presente artículo desarrolla algunos de los resultados de una investigación de largo aliento orientada a lo siguiente: 1º demostrar que el fenómeno de la corrupción puede y debe ser tratado sociológicamente; 2º Superar una serie de tesis equivocadas o sólo parcialmente ciertas sobre la corrupción y que están en boga en organismos internacionales y en reuniones de alcance mundial; 3º Proponer con una base científico-social reales políticas anticorrupción.
Para lo primero, es decir, para afirmar que la corrupción debe ser analizada sociológicamente, se tuvo que superar su afincamiento en el campo puramente ético-individual o en el ámbito específicamente jurídico-penal refutando sus supuestos teóricos y postulando que la corrupción es acción social con un mínimo de bilateralidad social; que tiene causas sociales y que, asimismo, tiene efectos sociales.
Para lo segundo, es decir, el estudio de tesis equivocadas, se analizó y refutó a lo largo de todo el trabajo investigativo las siguientes tesis:
1. La corrupción es propia de países subdesarrollados o «Republiquetas bananeras».
2. La corrupción ha existido siempre.
3. La corrupción es privativa del gigantismo burocrático-estatal.
4. La corrupción es problema de moral individual.
5. La corrupción es del sistema y no de las personas (Tesis opuesta a la anterior).
6. La corrupción es equivalente a inmoralidad o a delincuencia.
7. La teoría de la Anomía explica la corrupción.

La discusión de esta última tesis nos obligó a buscar un corpus teórico que supere las limitaciones de la teoría de anomía social en la descripción y explicación del fenómeno de la corrupción. Como actualmente no lo hay se tuvo que realizar una tarea de construcción teórica que culminó con la formulación de dos teorías sociales: Una de «alcance intermedio» en los términos de Merton (1965) que sirve de marco teórico para el análisis de la corrupción y otra de carácter específico sobre la corrupción misma.
Lo tercero, es decir, la formulación de políticas anticorrupción con basamento científico (y que por razones de espacio ya no tratamos en este trabajo) fue una consecuencia natural y lógica proveniente del análisis integral practicado en nuestra investigación al fenómeno de la corrupción. Se llegó a absolver lo que realmente implica la definición de políticas anticorrupción:

1. Una adecuada conceptualización y tipologización de la corrupción, 2. El tratamiento de los factores y subfactores que la condicionan, 3. El reajuste de la legislación vigente, 4. Acción internacional concertada, y 5. Formulación de planes nacionales anticorrupción.
En general, la labor no fue fácil, esto por la ostensible ausencia de investigaciones científicas sobre la corrupción, así como por la falta de estadísticas y la escasez de bibliografía especializada sobre el tema. Estos escollos nos obligaron al seguimiento exhaustivo de diferentes casos de corrupción en el Perú y el mundo vía medios escritos de información y la mass-media en general. Lo que demandó más esfuerzo sin embargo fue otra tarea: La de construcción teórica, la misma que abordamos multiparadigmáticamente, orientación teórica y metodológica planteada por la sociología contemporánea (Ritzer, 1993). Particularmente se buscó responder a la preocupación de la sociología europea de relacionar la acción y las estructuras, así como responder al afán de la sociología norteamericana de relacionar la micro y macro sociología.

I. LOS PROBLEMAS FÁCTICO Y TEÓRICO DE LA CORRUPCIÓN
La problemática de la corrupción social se presenta a dos niveles: El Fáctico y el Teórico. El primero referido a su avance cuantitativo y cualitativo en el mundo con las graves consecuencias que conlleva y, el segundo, relacionado a las serias limitaciones teóricas que hay en su posible tratamiento científico.






El problema fáctico

Consiste en:

1. La Generalización del fenómeno de la corrupción.- Hay casos de corrupción en países del «tercer mundo» y «primer mundo», en naciones ricas y pobres, en sociedades estructuradas o desestructuradas; esto a contrapelo de quienes afirmaban que la corrupción era sólo problema de «Republiquetas bananeras». Los casos de corrupción involucran a gobernantes del más alto nivel, aun en países que por su «solidez normativa que favorece la cohesión social» en la perspectiva durkheimniana, podríamos considerar «Nómicos» (El término es nuestro): Japón y Suiza (Paredes Castro, 1994; Bernasconi, 1995). La generalización y multiplicación del fenómeno se da a contrapelo de la opinión liberal que «a menos regulación y gigantismo estatales y mayor privatización, menor corrupción».
2. Su heterogeneización.- Las modalidades de la corrupción son diversas y se multiplican. Amén de las ya reconocidas en los Códigos Penales (Enriquecimiento Ilícito, Peculado, Concusión, Malversación, Colusión, etc), surgen modalidades nuevas asociadas al avance del crimen organizado, los avances tecnológicos y la globalización.
3. Su enraizamiento en el tejido social.- La corrupción no se queda a nivel de los Gobiernos y áreas de poder visible, sino que está llegando a las organizaciones y colectividades sociales: Instituciones tutelares de la sociedad, entidades empresariales y financieras, asociaciones de todo tipo, entidades educativas, clubes (deportivos entre ellos).
4. Su internalización y transnacionalización.- Con el poder corruptor y poder económico del crimen organizado, así como por la misma globalización del mundo, la corrupción rompe las barreras nacionales, adquiriendo conexiones insospechadas. También el problema se relaciona con la existencia de corrupción en organismos internacionales con el efecto multiplicador que conlleva.

5. Sus graves consecuencias económicas, políticas y sociales en cuanto a exacción y dilapidación de fondos públicos, afectación de intereses colectivos, ingobernabilidad, afectación de la moral social, consecuencias que ya han sido motivo de gran atención en foros del más alto nivel, tales como ocho Conferencias Mundiales sobre la Corrupción, auspiciadas por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.


Leer el texto para el miércoles 6/5/15.

Observá estos videos:

https://www.youtube.com/watch?v=8ruTaOt66RA

https://www.youtube.com/watch?v=sAw5DupqAAU

*Se realizará un coloquio integrador en clase.

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