jueves, 12 de abril de 2012

El concepto de acción política en el pensamiento de Hannah Arendt


El concepto de acción política ocupa un lugar fundamental en

el pensamiento de Hannah Arendt. La relevancia de este concepto

reside en que está estrechamente vinculado con los conceptos de

mundo de la vida político y de libertad. La teoría política de Arendt

se ocupa de describir cuáles son las condiciones para que la política

tenga lugar y de qué modo se lleva a cabo la construcción del mundo

político. Como es sabido, Hannah Arendt toma como punto

de referencia lo que ella denomina “La condición humana” y sus

actividades fundamentales: la vita activa y la vita contemplativa.

La primera está compuesta por tres actividades: la labor, el trabajo

y la acción. Esta triada hace las veces de un modelo heurístico que

da cuenta del sentido de tres actividades básicas del ser humano.

En primer lugar, a las actividades dirigidas a la conservación de

la vida y que tienen un carácter cíclico y de necesidad, Arendt las

denomina labor. En segundo lugar, a las actividades que tienen

un carácter procesual, y están determinadas por la lógica mediosfines,

las denomina producción o trabajo. Finalmente, la acción

es la actividad mediante la cual resulta posible la construcción y

transformación del mundo.

Este trabajo se propone presentar los caracteres básicos de la

teoría de la acción de Hannah Arendt, para ello desarrolla los siguientes

pasos: (1) presenta la relación de la acción con el concepto

de praxis, (2) señala la determinación fundamental de la acción a partir de la pluralidad; (3) se ocupa de la manera como la acción

tiene comienzo a partir de la libertad y no de la toma de decisión

volitiva. (4) Del mismo modo, presenta la relación de la acción

con la historia y cómo esta última le otorga su sentido general. (5)

Una vez presentados los rasgos generales del concepto de acción, se

dirige la atención a los elementos fundamentales de su estructura:

principio, fin, meta, motivación. (6) Posteriormente, se dirige de

nuevo la mirada hacia la relación entre la acción y el mundo, en

particular hacia el espacio público. (7) Finalmente se presentan

algunas consideraciones sobre la relación entre la libertad política,

el poder y el concepto de acción.



Acción y pluralidad



Arendt presenta, en primer lugar, a la acción como la actividad

mediante la cual los seres humanos pueden transformar el mundo

de la vida político; para ello se requiere de la participación de la

comunidad, de la existencia de un espacio público en el que los

ciudadanos puedan obrar, expresar y deliberar libremente. En

este sentido, la acción es la “actividad política por excelencia” y

la “natalidad” “es “la categoría central del pensamiento político”

(Arendt, La condición humana, 1993, p. 23). Así como el nacimiento

de un nuevo ser transforma la estructura y aún el espacio de

la comunidad familiar que lo recibe, del mismo modo la puesta en

marcha de la acción genera consecuencias imprevistas en el tejido

social. A juicio de Arendt, la “natalidad” es una categoría central de

la política, pues equivale al ejercicio de libertad de los ciudadanos

en el espacio público y a la posibilidad que ellos tienen de realizar

proyectos que enriquezcan la tradición y que constituyan el aporte

de esa generación al mundo de la vida político.

La acción funge como una actividad determinada por los siguientes

elementos:

a. La acción se caracteriza especialmente porque sigue un principio.

Este concepto lo retoma Arendt de las investigaciones de

Montesquieu sobre los diversos tipos de regímenes políticos y

de cómo ellos están determinados por un principio. El principio

tiene una doble perspectiva, de una parte psicológica, desde

la cual funge al modo de convicciones individuales y a la vez

propias de una comunidad. De otra parte, el principio hace

referencia a los valores, convicciones y creencias que una comunidad

comparte y que a la vez determinan la manera como

se interrelacionan las personas cuando buscan dirimir asuntos

públicos, en los que no basta aplicar una norma establecida,

o que no pueden ser resueltos por un especialista que conoce

de antemano la solución gracias a su experticia en el tema.

Ejemplos de principios son: el honor, la libertad, la igualdad,

la justicia, la solidaridad, entre otros. Arendt aclara que ellos

varían históricamente y que difieren entre las comunidades

políticas. Además, existe una correlación entre el principio

que encarnan las comunidades y el tipo de gobierno: así, a

la democracia corresponde el principio de la libertad, y a la

monarquía el del honor.

El principio tan solo pertenece a las acciones (y no a la

estructura general de las actividades de la labor y de la producción),

pues de una parte se forma a partir de las perspectivas

que han consolidado cierto estilo de actuar, y de otra parte, no

puede equipararse a la representación que guía el proceso de

producción. El principio, sostiene Arendt, “pone en marcha

la acción”, aunque no sea su “causa inmediata” o aquello que

la desencadena (Arendt, Qué es la política, 1977, p. 134). Esto

significa que si bien la acción requiere del primer paso que dan

uno o varios agentes, por ejemplo, en la deliberación sobre la

conveniencia de la guerra, con todo su origen está en el prin cipio, que es anterior a las tomas de posición de los agentes

y que sobrevive al carácter transitorio y fútil de la acción. En

efecto, una vez que los agentes han deliberado, sus discursos

y los efectos de los mismos no se pueden preservar mediante

la acción misma, sino a través de la producción de textos, de

medios técnicos que almacenen o preserven lo dicho o de la

ley. Los efectos de la acción son muy diversos, y van desde la

consagración (o derogación) de una ley, hasta la resolución de

declarar la guerra. Por su carácter impredecible, no se puede

saber con certeza, ni de cuando comienzan, ni de cuando

terminan las acciones, pero los agentes tampoco tienen suficiente

claridad del sentido de sus acciones, así no tengan duda

alguna sobre los objetivos y principios de su actuar. Como se

dijo anteriormente, Arendt sostiene que la tarea de descifrar el

sentido y las consecuencias de las acciones corresponde tanto

a los historiadores como a los literatos y/o poetas.

En definitiva, el principio no es, como lo puede ser la convicción,

una posesión exclusiva de un individuo y por ello no

funge como la causa inmediata de la acción, pues ésta tendría

que ver más con la motivación. Por ejemplo, el dolor por el

secuestro de un hijo, que lleva a que varios padres de familia

se unifiquen y, sin saberlo o proponérselo, realicen una acción.

En orden a descifrar el ser propio de la acción, es necesario

tener presente el carácter fundamental que en ella juegan los

principios y cómo están arraigados en las convicciones, costumbres,

creencias y estados anímicos fundamentales de los

agentes, en definitiva en el ethos, esto es, en el estilo propio de

actuar de una comunidad, el cual funge al modo de un carácter.

Adicionalmente, llama la atención que aún la acción

violenta se rige por principios, como el temor en el caso de la

tiranía. Esto daría pie a establecer una cierta jerarquía en los

principios, bajo el criterio de en qué medida ellos permiten la

realización de lo humano, de la política, o si se quiere de la libertad.



Bibliografía

Arendt, H. (1967). Sobre la revolución. Revista de Occidente, Madrid.

Arendt, H. (1977). Qué es la política. Barcelona: Paidós.

Arendt, H. (1993). La condición humana. En G. Ramón (Trad.). Barcelona:

Paidós.

Arendt, H. (1996). Entre el pasado y el futuro. Barcelona: Península.

Aristóteles. (1970). Ética a Nicómaco. En M. Araujo, & M. Julián, Versión

bilingüe. Madrid: Instituto de estudios políticos.

Aristóteles. (1990). Metafísica. En V. García, Versión trilingüe. Gredos.






Actividad a entregar en la carpeta el viernes 20/4/12-



1-Buscar la biografía de Arendt.

2-Según Arendt cómo se vincula la acción política con los conceptos de

mundo de  vida política y de libertad.

3- Este trabajo propone presentar los caracteres básicos de la

teoría de la acción de Hannah Arendt, para ello desarrolla siete pasos-

Realizá un resumen de la relación entre la libertad política,

el poder y el concepto de acción.


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